A partir de una reforma edilicia de la escuela Musto, nos vimos obligados a modificar el horno de leña, transformando su sistema de tiro directo a uno de tiro invertido.
Esto implicó una serie de pasos que obligaron a desarmar y volver a armar prácticamente medio horno.
Los hogares para la leña, que trabajaban enfrentados y de manera cruzada, se colocaron uno al lado del otro en paralelo.
El paso de fuego desde los hogares hacia la cámara de cocción no se alteró en sus dimensiones, y se lo ubicó en
el lado opuesto a los hogares.
La vista en planta horizontal permite ver el cambio de ubicación de uno de los hogares, quedando ambos del mismo lado del horno.
La primera etapa del trabajo consistió en desarmar parte del horno, del lado en que uno de los hogares había quedado bloqueado por una pared que se levantó durante la reforma edilicia; esto incluyó desarmar la falsa bóveda, que será sustituida por una bóveda completa.
En la foto se puede apreciar el espacio vacío donde estaba el viejo hogar de leña.
Antes de seguir adelante, levantamos la pared que cerrará el hueco dejado por el hogar anterior.
Luego de hacer la pared interna de ladrillos refractarios, se vuele a reforzar la aislación con ladrillos rojos comunes.
Una vez terminada la pared nueva, se desarmó la parte donde van a ir los dos hogares trabajando en paralelo. Para techar ambos hogares se usaron las cuatro placas de refractario de 30X30X5 cm.
En la esquina opuesta del horno, los ladrillos refractarios que no se removieron se ven más oscuros, por el efecto del fuego y el paso de cenizas.
Fue necesario hacer un piso nuevo previo a construir el nuevo hogar para la leña.
Los medios ladrillos que se ven en la cámara de cocción hacen de apoyo para las placas de piso del horno.
Nos pareció que la forma más segura de continuar con el armado del horno era ir haciendo ambas paredes prácticamente al mismo tiempo, para evitar accidentes por caída de los ladrillos refractarios.
Una vez terminadas las paredes, se colocaron las placasde techo de los hogares, y se planteó la salida hacia la chimenea.
La salida de gases desde la cámara de cocción hacia la chimenea tiene una forma algo inusual por lo irregular.
Algunos detalles constructivos obligaron a adoptar esa solución, colocando un listón de refractario que la divide en dos, y dándole algo más de anchura en la base chanfleando los lados: en las fotos se puede entender mejor que en los planos. Las medidas aproximadas son 18 cm. de alto por 23 cm de ancho en la base.
La foto, que muestra la salida de gases vista desde la cámara de cocción, permite apreciar los ladrillos chanfleados.
Una vista diferente, donde se ve la chimenea y la salida de gases.
La primitiva chimenea se retiró y en su lugar se armó una bóveda, para llevar las llamas hacia la salida a la nueva chimenea, ubicada a la altura de las placas de la cámara de cocción. La chimenea quedó así, ubicada encima del techo de los hogares, y tiene una sección de 23 X 23 cm. Para el control del tiraje se colocó un registro con una placa de refractario a la altura del techo de la bóveda.
Para poder armar la bóveda hace falta una cimbra de sostén, que en este caso está hecha de madera y contrachapado.
Los laterales de la bóveda necesitan ladrillos con un ángulo adecuado para hacer de sostén de los ladrillos en forma de cuchilla.
Terminado el armado de la bóveda se retira la cimbra. Si todo va bien, ésta no debe caerse...!
Vista de la bóveda sin la cimbra. Sólo falta agregar algunos detalles para que el horno esté listo.
El tamaño de la cámara de cocción quedó de 54 x 56 X 60 de altura. La puerta mantuvo el mismo ancho (28 cm.), pero se hizo más alta, llegando a la altura de la bóveda (unos 55 cm.).
Al estar debajo de un techo de chapa, la salida del humo se recoge mediante una campana de chapa con un caño de salida de 23 cm de diámetro.
Teníamos dudas en cuanto a la bóveda, es muy pesada y por eso hicimos colocar unos refuerzos de contención de hierro para evitar problemas con la dilatación en las horneadas. Este trabajo y la colocación de la campana de extracción del humo se lo debo agradecer a Tony, nuestro compañero de mantenimiento de la escuela y que es un fenómeno haciendo de todo (carpintería, herrería, lo que pidan!).
Ya está colocada la campana y los hierros de contención que refuerzan la bóveda.
El último paso será hacer una capa extra de aislación para ésta, con un concreto refractario aislante.
Un nuevo techo cubre al horno ya terminado. En la primera horneada se usaron como aislación para la primera parte de la chimenea, unos ladrillos rosados que quedaron de un horno eléctrico desarmado.
Queda por solucionar algo que notamos en la 1ª horneada del año 2010: entra mucho aire frío por los hogares y cuesta mantener la temperatura, sobre todo al final de la horneada. Achicando la entrada de la leña y el cenicero, a la manera de los hornos orientales, pensamos que este problema se va a corregir.