La cerámica de relieves, o cerámica magárica, es una producción característica de la época Helenística. Surge como secuencia de las cerámicas de figuras negras, incorporándose los mencionados relieves, y la aplicación de la tera sigillata. De gran popularidad en todo el mediterráneo, este tipo cerámico, datable entre los siglos III y mediados del siglo I a.C., son producidos en numerosos centros. Se exportaba tanto la mercancía como los propios moldes y punzones para realizar esta cerámica, como los aparecidos en Ampurias[1].
En España se puede constatar en diversos emplazamientos, siendo referenciados en los catálogos de A. Laumonier y A. Fernández de Avilés[2]:
- en aragón, El Castillejo de La Romana (La Puebla de Híjar, Teruel), mediante un fragmento de un cuenco decorado con hojas o palmetas imbricadas. Es de señalar que su importancia viene marcada por ser éste el único ejemplo localizado hasta ahora en el valle del Ebro.
- otros lugares, Ibiza, Mallorca, Ampurias, Alcoy, Elche, Elda, Cartagena, Murcia, Córdoba y Cádiz.